viernes, 4 de diciembre de 2015

GALLETAS DE AVENA INTEGRALES SUPER CRUJIENTES

GALLETAS DE AVENA INTEGRALES

SÚPER CRUJIENTES

Estas deliciosas galletas de avena, son crujientes, nutritivas, sanas y al ser integrales, podemos tomarlas para desayunar todas las mañanas, con 3 galletas, estas alimentado, luego ya depende de cada uno y sus hábitos alimenticios.
Hace ya 1 mes que las preparé por primera vez y las he vuelto a preparar en 3 ocasiones más, cambiando la mantequilla por el aceite, disminuyendo el azúcar y la harina, en fín buscando la forma de poder tomarlas a diario y si lo he logrado son estupendas, creo que a partir de ahora van a ser un básico de nuestros desayunos, quitando cuando tengamos bizcocho claro, pero hay un problema, que tanto las he mejorado, que como decía mi madre ¡no se que será peor si el remedio o la enfermedad¡ uno de los tantos refranes, que tenemos en nuestra lengua y es que al ser tan crujientes, no te llenan y no puedes evitar pecar y claro nosotros también comemos una galleta por la noche con las infusiones después de cenar, con lo cual incrementamos la dieta, pero que se le va a hacer.
Si sois muy deportistas y queréis usar algún edulcorante como el stevia, pues adelante, pero os aseguro que es más sano la azúcar morena.
Venga que os explico, como las preparo. 

Ingredientes:

Para unas 25 Galletas
He utilizado como medida un vaso tamaño de los de agua 250 Ml.
1 Vaso de Avena Integral.
1/2 Vaso de Harina Integral.
1/2 vaso Azúcar Morena.
1/2 Vaso de Aceite de Oliva de 0'4º.
1 Huevo tamaño L.
3 a 5 C/S de Leche Desnatada.
1 C/P de Bicarbonato.
10 Gotas de Esencia de Vainilla o de Azahar.
Opcional:
1 C/P de Jengibre.
Ralladura de Limón.

Preparación:

Como consejo preparar la mezcla de vuestras galletas con 1 ó dos horas de antelación, así la avena se hidrata y salen más ricas.
La mezcla se deja en el bol reposando y sin tapar y cuando se van a hornear es cuando se comprueba si hay que añadir más cucharadas de leche, pues dependiendo del tiempo de reposo, se necesitara más o menos cantidad.
Comenzamos mezclando en un bol los ingredientes líquidos el aceite de oliva primero y el azúcar moreno, mezclar bien, que este azúcar tarda más en disolverse, luego se le añade el huevo, que lo batiremos aparte en un plato ó tazón, para darle más volumen, mezclamos, añadimos las gotas de la esencia que más nos guste, vainilla o la que sea y añadimos 2 cucharadas soperas de leche desnatada, mezclamos, ponemos 1 cucharada pequeña de bicarbonato, mezclamos y añadimos el resto de los ingredientes sólidos,  el medio vaso de harina integral y el vaso lleno de copos de avena integral, y si os gusta una cucharada pequeña de jengibre molido, que le dan muy buen sabor, pero no pican, os lo aseguro y la ralladura de limón, mezclamos todos y lo dejamos reposar.
1 Hora ó 2 ó 3 después, cuando os venga bien.
Precalentar el horno a 200º calor arriba y abajo.
Preparamos la bandeja plana con papel de hornear.
Y miramos como está nuestra mezcla de galletas, removemos y añadimos, 1 ó 2 ó 3 cucharadas soperas de leche más, dependiendo del tiempo que hayan reposado y de la avena elegida, tendremos que  añadir algo más de leche, tiene que quedar una masa espesa, que se pueda coger con la cuchara de postre.
Se van poniendo montoncitos en la bandeja que tenemos preparada, dejando bastante espacio entre cada galleta, pues crecen mucho y luego nos mojamos dos dedos con agua y las aplastamos un poco.
Haciéndolo así, quedan abizcochadas, crujientes por fuera y ligeramente blanda por dentro, si las aplastamos totalmente, con cuidado, quedan tipo tejas, os aseguro son un vicio.
En mi bandeja cogen 12 galletas, por lo tanto tengo que preparar 2 hornadas con estas cantidades.   
Las metemos al horno bajamos la temperatura a 180º y en la bandeja central unos 19 minutos, tienen que estar doradas, cuidado son oscuras, pero no tienen que quemarse.
Cuando están horneadas, sacamos la bandeja esperamos un par de minutos y con ayuda de una espátula las vamos pasando a la rejilla, para que se enfríen y se endurezcan.
Y la misma bandeja y el mismo papel, nos sirve para otras hornadas.
Cuando ya están totalmente frías, pueden guardarse en una lata, se conservan varios días en perfecto estado.
Quedan crujientes, son un vicio.  





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